martes, 10 de julio de 2007

EL VERBO

“En el principio era el Verbo
y el Verbo era Dios y el Verbo era con Dios.”
- EVANGELIO DE SAN JUAN -
+ + +
Así fue en el principio, ahora y siempre; el Verbo era con Dios, es y será. Y así Dios creó con el Verbo y del gran trueno que fue la risa de su alegría porque estaba creando todo de la nada.
Se separaron con ese gran sonido las tinieblas y se hizo la Luz. El sonido, una onda matemática emitida en el espacio-tiempo con tanto Amor por el Creador, se manifestaba al unísono Luz y sonido, sonido y Luz. Luz que luego fue en su descomposición la creación mágica de millones de esferas de colores que al danzar en el espacio, en su leve roce producían música y vibración…
La música de las esferas, una concepción cósmica perfecta y única que iría generando por medio de ese Verbo que era Dios, toda la creación.
Los cuerpos y la vibración que ellos tenían de acuerdo a la onda que emitían en el movimiento, creaban escalas de vibraciones diferentes y armónicas, interacciones de cuerpos, armonía de las distancias que los repelían o acercaban, manifestando la vida de cada mundo y ser en este vasto Universo que continuaba formándose con el Verbo de Dios y emergía de la Palabra.
”Dios dijo y se hizo, y vio Dios que era bueno,” (Génesis 1) Y todo con el Verbo y la Palabra fue hecho, es y será, Un Padre Amoroso les creó Luz de las sombras y estas permanecieron para que hubiera día y noche y pudieran regalarnos su brillo las estrellas y otros cuerpos celestes, planetas de un mismo sistema que vibraban y tenían su espacio y movimiento propios, el espacio sonoro que cubría la distancia entre los cuerpos celestes y las notas que fueron luego el Zodíaco y la escala musical, que el hombre usaría desde entonces en su correspondencia en la Tierra para interpretar los aconteceres de la vida diaria, sus influencias; la relación queda plasmada en esa trinidad Cielo Hombre Tierra luego que se llega a la instancia en la que dijo Dios “hagamos el hombre a nuestra imagen y semejanza”. Y creó Dios al hombre a Su imagen. A imagen de Dios los creó macho y hembra. (Génesis 1)
¿Para qué crear un ser así de perfecto? ¿No sería para que fueran felices y para que tal vez se sintieran en esa imagen y semejanza sus hijos amorosos y agradecidos por esa creación de amor que estrenaban? Con toda una vida por compartir, con la bendición del Padre que les decía “sean fecundos y multiplíquense, llenen la tierra” y vivan en común unión y sean amantes, amadores y amigos. Dialoguen el diálogo de cada día. Ese logo que es la Palabra que nació del Verbo Divino y que era y es la llave mágica para entrar en el silencio de la contemplación de esa maravillosa creación. También les dio la Palabra, ese sonido articulado y fundamental de la voz humana que surge al abrir la boca y en el milagro que es la respiración se vehiculiza y al expirar pasa por la oval caricia de los labios. Es el sonido primero, el del Principio, la primer vocal A y la primer consonante B… Alfa y Beta. Les dio así el alfabeto, palabras, vocales, sonido interior que emana generoso y que de acuerdo a la forma de nuestras bocas y a nuestras emociones se hace especial y único, comenzando con el primer vagido al nacer y continuando hasta el último suspiro al partir. Cada palabra articulada fue formando una con otra la danza plasmada, el arte puro del lenguaje del cielo, la idea manifestada en la gráfica, la ideografía, los ideogramas, los símbolos, la guía escrita para los hombres que sería luego el alfabeto.
Así el hombre, en forma rudimentaria o sofisticada, pudo manifestar sus emociones tanto en vía de la escritura como de las vibraciones sonoras de la música. De todos los elementos de la naturaleza se recoge vibración y sonoridad. De hecho, la naturaleza misma es una caja perfecta de resonancia, y vehiculizando el Verbo con la respiración, cada emoción se hace canto, poesía grito y lamento, queda el susurro en el aire y en la grafía, sea en la piedra, la madera, el papel o el lienzo, en donde plasmarán esa idea Divina en que se inspira, como quedara un día, el Divino Rostro del Amado Maestro.
Luego, con el desarrollo de los pueblos y las culturas, el signo fonético tendrá un valor numérico graficado por el hombre, no por la creación, que era en sí la ley de los principios absolutos; sonido, movimiento, vibración y ritmo, son la fusión del todo, la creación del UNO.
Se ha dicho que cada letra es el nombre de la divinidad, de la cual los magos saben emplear su poder, el poder llamado Verbo.
Los manuscritos originales, luego libros, de la historia de la humanidad fueron recibidos en forma sagrada por seres especiales y escritos también con caracteres sagrados, en piedra, pliegos de cuero, papiros, más tarde en papel vegetal, por seres santos; Moisés, Daniel, Esdras, Hermes y los Vedas.Pero de esto tan sagrado y sublime sólo queda el reflejo, el eco de amor que invita al hombre a viajar en su mundo interior, a encontrarse cara a cara con Su Ser Divino y recordar que existe una real Verdad, un camino de retorno a la vida plena y que lo que aún estamos haciendo es distraernos con el reflejo…
¿Será tal vez que el amoroso Padre lo legó así desde un principio? ¿Qué por un tiempo nos expresáramos y aprendiéramos hasta comprender el real valor del Verbo? Que nada iguala la tibieza de un susurro al oído y que a eso debemos aspirar, a estar en diálogo con el Padre y regresar algún día a su jardín.
Recordar que en el mundo interno del hombre o en la memoria de la Naturaleza, naturaleza que a veces ni recordamos que existe y que es parte del todo que debemos compartir y que es copia fiel que aún perdura y se ofrece al ser como el mejor espejo de lo que debe cambiar, al mejor melodía que lo haga despertar. Y que se ha dicho “algún día vendrá aquel Ser que reconstruirá las Sagradas Escrituras de todos los pueblos”. Jesús dijo: “sólo lo que viene de lo alto pude ascender a lo alto”. Y en esta dimensión trinitaria en la Tierra, el simbolismo de tres se impone en todas las cosas, todo lleva Su emanación divina.
El Padre necesita a la Madre y así se concibe al Hijo. La Unidad constituida por la Trinidad y a su vez coexsitiendo con ella. Toda manifestación debe tener tres planos o tres vías por donde el hombre puede percibir y expresar la vida.Esto lo va a realizar por los tres planos, el Espiritual, el Mental y el Físico y a través del uso de las llaves de la Palabra.
La Palabra en armonía es el habla. Hablar es Crear y éste es el objeto de la Oración.
Orar es hablar con Dios en discurso, arrobamiento, súplica o ruego. Es un llamado al Amoroso Padre para reiniciar el diálogo, reiniciar el mejor día de cada uno, el más auténtico.
La oración es vocalización de una o más palabras que brotan de nuestro interior por ansias del corazón. Hasta los más leves suspiros son ruegos de amor, oración…Sonidos, suspiros, susurros, salmos cantados con dulce entonación, hasta llegar a la Palabra Sagrada llamada Mantram. Cada una de estas palabras sagradas que son los mantram crean, por medio del ritmo y la clave de la nota musical de cada persona, una relación con sí mismos y con un grupo que lo eleva hacia las enseñanzas del despertar.
Recordar que para llegar a estas elevaciones es necesario estar en un estado adecuado en nuestros pensamientos y en nuestros sentimientos, para luego entonces ir al Altar del Decir, para llegar al Padre, al íntimo.
Este espacio-tiempo que se ha intentado plasmar con el poder de síntesis es apenas un esbozo, es eso, una síntesis de la Magia del Verbo por el que todo fue creado.Escuchar, el cielo nos habla y el Valor de la Palabra, la importancia de sensibilizarnos y prepararnos física, emocional y mentalmente por medio de la respiración, la vocalización, mantralización y la responsabilidad amorosa que conlleva la expresión que el cielo nos ha regalado, el Decir, la comunicación y el contacto del Corazón que es el Silencio y la magia del Verbo que es la Palabra.
Quede en conocimiento que es el humilde trabajo de un principiante que aspira a ser un buen amador y que ofrece esta síntesis de algo que hoy para muchos de nosotros es una vivencia seria, comprometida y maravillosa, que nos va transformando día a día y que, somos concientes, debe desarrollarse a un nivel superior y mágico, y que gracias a Dios tenemos quien lo haga con su amorosa guía.
La enseñanza es eterna, pero el esfuerzo es personal. El material está en cada partícula en el diario vivir dentro y fuera de nosotros. La canalización de todo esto ya esta siendo llevada a cabo por alguien hoy. Bien podemos esforzarnos en practicar estos principios por los que fuimos creados.
Amantes incondicionales. Amigos fieles. Hermanos en el esfuerzo. Almas obedientes.
Que Dios los bendiga.
Carlos A. Fernández

No hay comentarios: