Nuevamente hemos de comunicarnos por intermedio de este mensaje semanal, a través del que pretendo extender mi experiencia con el simple deseo de compartirla y no sin cierta esperanza de que aquellos a quienes llegue este mensaje, nos hagan llegar su opinión.Somos la consecuencia de la relación y contacto con seres de otras dimensiones, con quienes compartimos mucho más que lo aparente, de quienes tomamos experiencia y atendemos la sugerencia de aplicarla.Aquellos bajo la orientación de los seres extraterrestres o hermanos mayores, aquellos que forman lo que hoy llamamos MISION RAHMA, una misión como tantas otras de apoyo a la instauración de un nuevo y definitivo orden; primero en nuestras vidas, luego en nuestras familias y, como consecuencia, en la sociedad. Cambiemos aquellos hábitos que aún nos perjudican y estaremos, como consecuencia, colaborando en el cambio de una sociedad toda que, como paradoja, es hoy la consecuencia de nuestros errores.¿Por qué el título? Pues, porque a pesar del desaliento, la duda –como celosa guardiana de los conocimientos, porque quien la posea no llegará a ellos-, la incomprensión, que casi siempre es la manifestación de no tener una buena y sana relación con uno mismo, de las experiencias que a lo largo de estos duros pero fecundos años hemos vivido y que como suma han dejado unidad y deseo de realizaciones, las que en este tiempo de profundos cambios debemos lograr concretar grupos de las individualidades, más allá del lugar en el que deseemos concretarlas, hacerlas realidad.Si estás sintiendo, dispón tus fuerzas para realizar lo que sientes, sea donde sea. En el trabajo, en la amistad, en política, religión, en grupos filosóficos, místicos, esotéricos o cualesquiera de las tantas formas de experimentar que el ser humano tiene.Si el contacto continúa por sobre nuestras necesidades, apegos, deseos o nuestra falta de voluntad; si a pesar de todo éste es más profundo y fecundo pues lo que hoy se está concretando es la consecuencia del esfuerzo y dedicación que muchos que hoy no están –pero que debemos agradecer hondamente por su entrega- así estamos buscando y creando la unidad de toda persona o grupo que trabajen con el fin de crecimiento y deseos de colaborar.
Para lograrlo entonces necesitamos realizarlo, hacerlo realidad, en Paz y en Plena Unidad, sin medias tintas ni tibiezas, y contagiar el aire hasta contaminarnos de PAZ y ello será logrado cuando cada uno de nosotros, TODOS NOSOTROS, nos regalemos ese estado de real armonía, pues a nuestros hermanos en el camino les digo: ¡no dejen el esfuerzo ahora que falta tan poco! Pues hay tanto por hacer aún… A aquellos que sienten los mismo que nosotros, ¡ADELANTE! Sin desaliento, con alegría, con la alegría de saber que somos muchos más de los que creemos, que queremos, que deseamos vivir en PAZ.
Y como dijo el Amoroso Maestro:
”Que la Paz sea en vosotros”
Carlos A. Fernández
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