martes, 10 de julio de 2007

EL RESPETO NOS DA LA POSIBILIDAD DE VERNOS Y SENTIRNOS IGUALES

¿Cómo están, hermanos míos todos? Gracias por hacer útil éste, nuestro encuentro semanal. Gracias a aquellos que lo distribuyen y me honran. A Roberto Menjoulou (*) por haber creído y diseminado estos escritos y porque ello ha sido el medio para reencontrarme con muchos hermanos queridos de diferentes partes del mundo y su siempre generosa amistad, la que agradezco profundamente y que, a pesar de las distancias o los tiempos, he comprobado que permanece y es recíproca.
Es un tiempo propicio para aunar esfuerzos y siento que el respeto es el único medio a través del cual podemos colaborar a concluir lo comenzado hace tanto tiempo.
Poder aplicar con agradecimiento las enseñanzas y recordar siempre a quienes las vertieron. Hoy más que nunca podríamos ser utilizados por fuerzas inferiores que se aprovecharían de nuestras actitudes. Estas, muchas veces, desnudan nuestra falta de trabajo interior y vemos reflejadas en personas por sus actos a las mismas.
El tiempo operativo requiere de nuestra mayor amplitud y comprensión. Ella podría nacer del respeto y amor a la tarea del Cristo que los reunió.
Futuros viajes y propuestas probarán de cada uno cuánto hemos crecido para apoyar a aquellos que estén enmarcados en las mismas. Pido a todos mis hermanos el paso imprescindible de comprobar con respeto y amor. No interceder ni juzgar.
Respetar aun con las supuestas razones, que casi siempre nublan a nuestro corazón. No conozco otra forma de amar. No se de otra que no sea a través del respeto, y esta nació del error, de haber juzgado, no comprendido.
Juntemos nuestras fuerzas y el Universo responderá. Cada uno de nosotros hagamos mejor nuestra tarea, para comprobar que e corazón nos puede transportar por lugares insospechados que nos llevarán a transformar la cerrazón de la sin razón con la que hemos vivido.
Comprender que es un tiempo histórico, cíclico, signado por la perplejidad y diversidad, una suerte de paradoja e incertidumbre de dimensión planetaria y cósmica. Hoy más que nunca es imperativa y urgentemente ética la construcción de nuestra identidad; demanda de cada uno de nosotros la búsqueda de la comprensión y la tolerancia. El respeto como camino a la reconstrucción de la humanidad, hoy tan fuertemente globalizada, ciegamente perversa. La mano oscura que constantemente la ha jaqueado induciéndola a la subestimación de la inteligencia y expresión de sus valores más excelsos.
”Un día descubriremos que nuestros ‘tristes recuerdos nos darán esperanza’. ¡Un país-mundo-universo pleno de libertad está ahí esperando en tu mente y allí está también la capacidad de concebirlo y sentirlo y, por tanto, crearlo”.
Los sueños forman parte esencial de los seres humanos. Los hacen más sensibles, emotivos…, más humanos, rescatando en ellos el verdadero mensaje espiritual de unidad. Hemos sido creados para comprender y aprender. Es un derecho que nos corresponde desde que nacimos seres humanos. Muchas veces nos separa ese bosque oscuro que son nuestros problemas, mas cuando nos hayamos enfrentado a nuestras necedades y temores, y reconciliado con estas, nos reconciliaremos con nuestro ser interior. No habrán enemigos, no nos quejaremos, aceptaremos el porqué de cada hecho y acción y entonces la alegría nos llevará de la mano hacia la esperanza, y juntos nos encontraremos en la paz del Profundo Amor, redimidos en la acción y por la acción del mismo amor, amando y perdonando.
Que Dios los bendiga.

Carlos A. Fernández
(* Nota de quien transcribe: No es frecuente que
uno deba escribir el elogio de un amigo hacia uno mismo.
Quiero sí agradecer a Carlitos por ello, pero también
dejar constancia que fui cariñosa y moralmente “obligado” por él,
quien me presionó apelando a mi responsabilidad y obligación
de transcribir fiel y completamente sus escritos.)

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